Esto sucede porque hay un crecimiento anormal del tejido placentario, lo que determina que ese embarazo no es viable. Aunque el diagnóstico puede ser alarmante, entenderlo es clave para tomar decisiones informadas sobre tu salud
Si te diagnosticaron embarazo molar o tienes una amiga con este diagnóstico, y quieres conocer qué es, cuáles son las causas y cuál es su tratamiento, sigue leyendo para más información.
¿Qué causa un embarazo molar?
Las causas del embarazo molar son de origen genético y están relacionadas con problemas durante la fertilización del óvulo. En circunstancias normales, el óvulo y el espermatozoide aportan cada uno 23 cromosomas; sin embargo, en un embarazo molar, este equilibrio genético no ocurre, lo que da lugar a dos tipos de embarazo molar:
- Embarazo molar completo: un óvulo sin material genético es fecundado por uno o dos espermatozoides. En este caso, no hay formación de embrión, sino únicamente tejido placentario anómalo.
- Embarazo molar parcial: un óvulo es fecundado por dos espermatozoides o por un espermatozoide con una carga genética duplicada. Aunque puede haber un embrión en desarrollo, este no es viable debido a las anomalías genéticas.
Es importante mencionar que, si bien las causas son genéticas, existen factores de riesgo como la edad de la paciente gestante (menos de 20 años o más de 35), antecedentes de embarazos molares y deficiencia de ácido fólico, proteínas o carotenos.
Si tienes dudas o preocupaciones, consulta a tu ginecólogo de confianza para obtener orientación específica.
Síntomas del embarazo molar
El embarazo molar puede presentar síntomas que al inicio parecen comunes en el embarazo, pero que luego se distinguen por ciertas señales. Entre los síntomas más frecuentes están:
- Sangrado vaginal oscuro o marrón durante el primer trimestre.
- Náuseas y vómitos más intensos de lo habitual.
- Dolor o presión en la pelvis.
- Crecimiento uterino más rápido de lo esperado para la etapa del embarazo.
- Ausencia de latidos cardíacos fetales detectables.
- Expulsión de quistes similares a uvas a través de la vagina.
- Hipertensión arterial acompañada de hinchazón de pies, tobillos y piernas en el primer trimestre de embarazo
Estos síntomas no siempre indican un embarazo molar, pero sí requieren atención médica inmediata. Consulta a tu médico si experimentas alguna de estas señales
Formas de diagnosticar el embarazo molar
Los primeros signos de una mola hidatiforme incluyen un crecimiento anormal del útero y la ausencia de latidos cardíacos fetales, acompañados de sangrado vaginal.
Para confirmar el diagnóstico, el médico realiza un examen pélvico. Una ecografía transvaginal es clave para identificar esta condición, ya que muestra una placenta anormal, con o sin desarrollo de un feto. En los casos de embarazo molar, esta prueba no detecta latidos cardíacos ni movimiento fetal.
Además, se pueden realizar otras pruebas para completar el diagnóstico:
- Análisis de sangre: Incluye la medición de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG), cuyos niveles suelen ser significativamente más altos en molas completas en comparación con molas parciales.
- Resonancia magnética del abdomen para evaluar anomalías adicionales.
- Conteo total de células sanguíneas para identificar posibles alteraciones.
- Pruebas de coagulación sanguínea, función renal y hepática para descartar complicaciones.
Si presentas alguno de estos síntomas o tienes dudas, consulta a tu médico de confianza para una evaluación adecuada.
Tratamiento del embarazo molar
Este tipo de embarazo no es viable, ya que la mola puede evolucionar en un tipo de manifestación cancerosa. En el embarazo molar, el tratamiento generalmente implica la extracción del tejido anómalo del útero para evitar complicaciones. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Legrado uterino: este procedimiento consiste en eliminar el tejido anómalo mediante una aspiración o raspado del útero bajo anestesia. Es el método más común para tratar el embarazo molar.
- Histerectomía: en casos poco frecuentes, si la mujer no desea tener más hijos y existen complicaciones, se puede aconsejar la extracción completa del útero.
- Seguimiento médico: después del tratamiento inicial, se monitorean los niveles de gonadotropina coriónica humana (GCH) durante varios meses para asegurarse de que no quede tejido molar en el cuerpo.
El correcto tratamiento es efectivo, pero requiere un seguimiento riguroso para asegurarse de que todo el tejido haya sido retirado correctamente y que no haya secuelas posteriores.
Cuidados después de un embarazo molar
El periodo después de un embarazo molar requiere atención especial para proteger tu salud y prevenir complicaciones futuras. Entre los cuidados principales están los siguientes:
- Monitoreo regular de GCH: se realizan análisis periódicos para asegurarse de que los niveles de esta hormona vuelvan a la normalidad y que no haya tejido anómalo restante.
- Evitar el embarazo temporalmente: los médicos suelen aconsejar esperar al menos 6 a 12 meses antes de intentar un nuevo embarazo para permitir que el cuerpo se recupere y garantizar un seguimiento adecuado.
- Atención psicológica: un embarazo molar puede ser emocionalmente desafiante. Hablar con un especialista o un grupo de apoyo puede ayudarte a procesar esta experiencia.
Recuerda, después de esta etapa, muchas mujeres logran tener embarazos exitosos. Si tienes inquietudes, consulta a tu médico para recibir orientación personalizada y apoyo en tu proceso de recuperación.
Consulta a tu médico.