¿Sabías que la mastitis afecta hasta al 33% de las mujeres lactantes? Por tratarse de un problema tan frecuente, es importante que sepas cuáles son sus síntomas y cómo puede prevenirse.
¿Qué es la mastitis y cuáles son sus causas?
La mastitis es la inflamación de uno o los dos pechos. Afecta, principalmente, a las mujeres que están lactando, aunque puede presentarse en cualquier momento. En el primer caso, suele ocurrir entre la segunda y tercera semanas después del parto.
Durante la lactancia, una de sus causas más frecuentes es la infección por bacterias presentes en la leche materna. Ésta tiene un balance de microorganismos que, si se altera, puede producir la infección.
Otro de los factores que suelen desencadenar este padecimiento es la retención de leche. ¿Esto significa que no poder amamantar a tu bebé puede causarlo? Sí, pero sólo bajo ciertas circunstancias:
- • Succión ineficaz del bebé.
- • Tomas poco frecuentes o programadas a decisión de la madre.
- • Separación de la madre y el recién nacido durante las primeras 24 horas después del parto.
En algunos casos, la retención de leche puede provocar una infección. Esto se debe a que crea las condiciones para el crecimiento de bacterias.
Además de las infecciones y la retención de leche, el cáncer de mama, la anemia y el estrés pueden provocar mastitis. Por eso, es importante que acudas al médico para descartar estas causas.

Identifica sus síntomas
“¿Por qué me duelen los pechos?”: ésta es una pregunta que suelen hacerse muchas mujeres que sufren mastitis. La razón es que uno de los principales síntomas de este padecimiento es el dolor, además de la inflamación.
También puede presentarse fiebre, malestar general, irritación y grietas en los pezones. Incluso, en algunos casos puede haber menor producción de leche y dolor en las axilas.
¿Cómo puede prevenirse?
Las medidas preventivas durante la lactancia están dirigidas a evitar la retención de leche materna. Los especialistas recomiendan:
- ✓ Ofrecer el pecho a demanda sin limitar las tomas.
- ✓ Evitar la ropa ajustada y posturas que compriman el pecho.
- ✓ Iniciar las tomas en las primeras horas de vida.
- ✓ Adoptar una técnica adecuada de lactancia.
- ✓ Lavarse las manos antes de cada toma.
Es importante que sepas que puedes seguir amamantando a tu pequeño si padeces mastitis. Sólo en casos muy específicos los expertos recomiendan suspender la lactancia.

El tratamiento adecuado, sólo con el médico
Algunos de los tratamientos de la mastitis incluyen antibióticos y antinflamatorios. Sin embargo, si no se atiende a tiempo, pueden producirse abscesos1 que necesiten una atención más compleja. Consulta al médico ante cualquier síntoma.
1 Acumulación de pus en los tejidos de la mama.