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Blog | Cuidado del bebéBebé macrosómico: síntomas y causas

Bebé macrosómico: síntomas y causas


¿Te has preguntado qué es un bebé macrosómico y cómo puede afectar el embarazo? La macrosomía fetal se refiere a los recién nacidos que pesan 4 kilos o más, una condición que puede causar complicaciones tanto para la madre como para el bebé.

Actualizado el 22 de abril de 2025
Lectura estimada 2 min

Afecta aproximadamente al 10% de los bebés en todo el mundo, y su prevalencia está en aumento. Conocer los síntomas, las causas y los factores de riesgo es crucial para un diagnóstico temprano y una mejor gestión del embarazo.

¿Quieres saber si tu bebé podría ser macrosómico? ¿Te gustaría conocer los factores de riesgo y las formas de prevención? Sigue leyendo para obtener toda la información que necesitas y consulta a tu médico para un asesoramiento personalizado.

¿Qué es un bebé macrosómico?

Se denomina bebé macrosómico a los recién nacidos que presentan un peso igual o superior a los 4 kilos. La macrosomía fetal puede ocasionar complicaciones tanto antes como después del parto, afectando la salud de la madre y del bebé.

Entre las complicaciones más comunes se encuentran el parto difícil, la necesidad de cesáreas, y el riesgo de lesiones durante el nacimiento.

Para los bebés, puede significar un mayor riesgo de obesidad infantil y problemas metabólicos en el futuro. Debido a estos riesgos, es crucial realizar un diagnóstico temprano para gestionar adecuadamente el embarazo y la posible reducción de complicaciones.

Si tienes dudas sobre el crecimiento de tu bebé, consulta a tu médico para obtener un diagnóstico y orientación adecuados.

Síntomas y causas de macrosomía fetal

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Debido a que es una condición difícil de diagnosticar durante el embarazo, los especialistas tienen en cuenta los siguientes signos o síntomas para la detección de la macrosomía fetal.

  • El primero es la altura del fondo uterino, que comprende la distancia entre el hueso púbico y la parte superior del útero. Luego de las 24 semanas de embarazo, esta distancia suele coincidir con el número de semanas de embarazo. Si la altura del fondo uterino supera la esperada para la edad gestacional, esto podría considerarse un indicio de que el bebé es macrosómico.
  • El segundo signo de macrosomía fetal es el exceso de líquido amniótico. Este líquido rodea y protege al bebé durante la etapa de gestación y también es un reflejo de la cantidad de orina que produce. Un bebé grande produce más orina, por lo que mucho líquido amniótico podría significar que el bebé está creciendo más de lo normal.

Por estas razones, es de suma importancia que asistas a tus controles prenatales. De esta forma, el especialista podrá advertir irregularidades como las que mencionamos anteriormente y te explicará cómo proceder.

Entre las causas que producen este fenómeno pueden mencionarse factores genéticos o afecciones de la madre, como obesidad o diabetes. Estos forman parte de los factores de riesgo que describiremos a continuación.

Macrosomía fetal: factores de riesgo

Son varios los factores que pueden aumentar el riesgo de tener un bebé macrosómico. Sin embargo, los que tienen mayor influencia son la obesidad y la diabetes en la madre. Puede que la diabetes se haya manifestado antes del embarazo, lo que se denomina diabetes pregestacional, o durante el embarazo, lo cual incrementa el riesgo de tener un bebé macrosómico por diabetes gestacional.

Además de la obesidad, el aumento excesivo de peso durante el embarazo se considera como otro factor que contribuye al riesgo de macrosomía fetal. En la lista también están los casos en los que la madre ha tenido embarazos con bebés grandes o los casos en los que la madre misma nació con un peso de 4 kilos o más.

El sexo del bebé influye en su peso, ya que los varones suelen pesar más que las niñas. La mayoría de los bebés que nacen con más de 4 kilos son varones. Cuando el embarazo dura más de dos semanas después de la fecha estimada del parto, también se considera un riesgo de macrosomía fetal.

Por último, debe tenerse en cuenta la edad de la madre, ya que las mujeres mayores de 35 años tienen más probabilidades de tener un bebe macrosómico.

Cómo puedes prevenir la macrosomía fetal

Además de ser difícil de diagnosticar, este fenómeno es difícil de prevenir. No obstante, debido a que la diabetes y la obesidad son sus causas principales, mantener una dieta saludable y realizar ejercicio pueden ayudar a reducir estos síntomas y, por ende, el riesgo de macrosomía fetal.

Es importante ir a tus citas prenatales para que el médico pueda detectar cualquier problema en el crecimiento de tu bebé durante el embarazo.

Durante estas revisiones, el médico podrá analizar tus síntomas, tu historial clínico y tu estado físico. Si lo considera necesario, solicitará estudios y pruebas diagnósticas para medir el tono muscular y la respiración del bebé, así como la cantidad de líquido amniótico. Después de ver los resultados, el médico decidirá cómo es mejor terminar el embarazo, si con parto normal o cesárea programada.

Es importante que tu bebé tenga chequeos médicos regulares debido a su macrosomía fetal. Esto ayudará a prevenir condiciones como obesidad infantil y resistencia a la insulina.

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Consulta a tu pediatra.