Hasta hace unos años era conocida sólo como “flora intestinal”. Sin embargo, ahora sabemos que también se llama microbiota intestinal debido a su funcionamiento y a cuán compleja es. Sigue leyendo para descubrir por qué es tan importante para tu salud.
¿Qué es la microbiota intestinal?
Es un conjunto de microorganismos que viven en el intestino. Comienza a formarse a partir del nacimiento y alcanza su pleno desarrollo entre los dos y cinco años.
La microbiota intestinal está formada por miles de especies de bacterias, aunque algunas están más presentes que otras. Además, se sabe que su composición es diferente entre cada persona, ya que diversos factores la modifican, como la dieta.
Sin importar sus diferencias, cumple funciones importantes para la salud:
- • Metabolismo y nutrición: ayuda a procesar nutrientes de la dieta que el intestino no puede digerir. A partir de ellos produce ácidos grasos energéticos y vitaminas B y K.
- • Barrera defensiva: la capa de microorganismos “buenos” que recubre el tubo digestivo ayuda a repeler organismos que causan enfermedades.
- • Estimulación inmunitaria: ayuda a la maduración del sistema inmune intestinal, que contiene el mayor número de células defensivas del cuerpo.
Es posible que algunos hábitos contribuyan a mantener en buen estado la microbiota intestinal. Uno de ellos es consumir probióticos y prebióticos.

¿Cómo ayudan los probióticos y prebióticos a la microbiota intestinal?
Los probióticos son microorganismos vivos que tienen efectos benéficos para la salud si se consumen en cantidades adecuadas. En general, contribuyen a mejorar el equilibrio de la microbiota intestinal porque evitan el crecimiento de microorganismos patógenos.
Además de esto, se sabe que los probióticos pueden:
- • Mejorar de la digestión de la lactosa.
- • Regular el tránsito intestinal.
- • Reforzar la respuesta inmune.
- • Reducir el riesgo de padecer cáncer de colon.
- • Controlar el colesterol en sangre.
- • Modular de las enfermedades atópicas.
Por su parte, los prebióticos son sustancias que sirven como alimento para los microorganismos intestinales “buenos”. Los más comunes son la inulina, oligofructosa, lactulosa, entre otros. Las ventajas que se atribuyen a su consumo son:
- • Mejor absorción del calcio y magnesio.
- • Mantenimiento de la salud de huesos y dientes.
- • Mejora del sistema inmunitario.
- • Protección del tejido intestinal.
- • Restricción de las bacterias dañinas.
- • Disminución de los niveles de colesterol.

¿Cómo tomar probióticos y prebióticos de manera segura y eficaz?
Tanto los probióticos como los prebióticos están presentes de forma natural en ciertos alimentos. Por ejemplo, los productos lácteos fermentados como el yogur y el queso son la fuente más común de algunos probióticos.
Por otro lado, los prebióticos están presentes en los alimentos ricos en fibras, como las verduras y las frutas. También se encuentran en la leche, los cereales y las leguminosas.
Además de los productos naturales, existen medicamentos y suplementos alimenticios formulados con prebióticos, probióticos o ambos. Éstos pueden contener algún tipo de bacteria o sustancia prebiótica en específico para que tengan un efecto particular.
Ya sea que quieras hacer cambios en tu dieta o consumir productos con probióticos y prebióticos, consulta primero al médico. Él te dirá cómo puedes aprovecharlos para mantener tu microbiota intestinal.