Mucha gente piensa que la Homeopatía no puede utilizarse en los niños, pero la verdad es otra. Este método clínico terapéutico ha funcionado desde su origen (hace más de 200 años) en todas las etapas vitales del ser humano, de allí que pueda administrarse a bebés, niños, adultos y ancianos en forma segura y sin efectos secundarios.
Como es lógico, durante los primeros años de vida un niño padece de diversas enfermedades ya que su sistema inmune se encuentra en un proceso de maduración y equilibrio. De allí que sea frecuente que se enfrente a problemas respiratorios, de dentición, amigdalitis u otitis (infecciones en los oídos) de repetición, así como los clásicos cuadros de catarro, laringitis y alergias estacionales, entre otros.
La Homeopatía ayuda a cambiar el curso de un sinnúmero de enfermedades en los infantes, ya que puede espaciar ─o evitar─, que haya recaídas frecuentes. No es raro, asimismo, que se cancelen intervenciones quirúrgicas que parecen inevitables debido a un tratamiento homeopático.
Una voz experimentada
El doctor José Antonio Menéndez González, uno de los pocos médicos pediatras con una especialidad en Homeopatía en México, relata que “un médico homeópata ve a su paciente como un todo, aunque hay que explicar que la patología de un infante y un adulto son muy diferentes. Resulta que un niño es un ser en desarrollo y crecimiento, con cambios muy evidentes, bruscos y marcados en los primeros 18 meses de vida; por ello, hay enfermedades comunes de la infancia que son más rápidas en su presentación, en su crisis y en su solución, como la diarrea, gastroenteritis, fiebre, catarro, reflujo, así como faringitis, sinusitis, por citar algunas”.
Con los adultos ocurre lo contrario, comenta el experto, ya que en esta etapa existe una tendencia muy clara a sufrir padecimientos más uniformes y de corte crónico, como la artritis, la diabetes y los eventos cardiovasculares, por citar algunos.

El poder de la Homeopatía
El Dr. Menéndez González, con estudios en psicoanálisis y enfermedades psicosomáticas infantiles, nos comparte algunas reflexiones:
- 1. He comprobado la eficacia de la Homeopatía en casos muy complicados: un ejemplo es el de “una chica que vino a verme porque su bebé se encontraba en una posición pélvica. La mujer recibió una medicación homeopática en el octavo mes de embarazo, y eso fue suficiente para que se acomodara en la postura correcta”.
- 2. “Un trabajo muy serio, realizado en Dinamarca, concluyó que las madres que fuman provocan que su bebé se excite, que se mueva más y que esté nervioso. Parece increíble, pero basta con que la mamá piense en el cigarro para que se active la respuesta de los neurotransmisores. De esta forma, si le damos a la mamá un medicamento homeopático para que reduzca sus niveles de ansiedad, entonces el bebé se calmará y dejará de dar patadas en el útero. Está totalmente demostrado”.
El sistema inmune y los bebés
Un recién nacido tiene un sistema inmune inmaduro, y es por ello que durante los primeros seis meses de su vida se encuentra protegido por las defensas de su madre. “Su sistema está casi virgen y se activa paulatinamente debido a los estímulos externos. Por ello, decir que podemos fortalecer este escudo protector antes de que nazca es una falsedad o fantasía. Un niño tiene lengua, pero no sabe hablar; tiene dedos, pero no sabe escribir. Sucede lo mismo con el sistema inmune”, concluye el médico homeópata.
