Hoy en día existen diversas medidas para la prevención de la obesidad. Sin embargo, cuando alguien ya la padece, su tratamiento requiere un seguimiento especializado. En ese caso, las medidas indicadas por los expertos incluyen, generalmente, la adopción de hábitos saludables de dieta y ejercicio.
¿Cómo influyen dieta y ejercicio en la reducción de la obesidad?
La obesidad es una forma extrema de sobrepeso originada por la acumulación de grasa en el cuerpo. A su vez, esta acumulación se debe casi siempre al consumo de más energía de la que se gasta.
Hay que recordar que todos los alimentos aportan energía en forma de proteínas, carbohidratos y grasas. El cuerpo absorbe y utiliza las cantidades necesarias de estas sustancias de acuerdo con sus requerimientos.
Sin embargo, el organismo no puede almacenar los excedentes en su estado natural. En este caso, los transforma y acumula en forma de grasa.
Por lo anterior, es posible pensar en la aparición de la obesidad como el resultado de una fórmula. Específicamente, implica una mayor ingesta de energía de los alimentos, pero un menor gasto de ella debido al sedentarismo.
No obstante, dejar de comer y ejercitarse sin medida no son las únicas soluciones al sobrepeso y la obesidad. Los alimentos aportan vitaminas, minerales, agua y fibra que tu cuerpo necesita para cumplir todas sus funciones.
Lo que comes y tu actividad física podrían ser la clave
Algunos consejos que podrían ayudar a reducir el sobrepeso y la obesidad son:
- 1.Hacer a un lado los alimentos hipercalóricos, como dulces, grasas, aceites y bebidas alcohólicas y azucaradas. Éstos aportan principalmente calorías y muy pocos nutrientes.
- 2.Incrementar el consumo de frutas y verduras. Estos alimentos aportan gran cantidad de vitaminas y minerales a cambio de pocas calorías.
- 3.Aumentar el consumo de agua, ya que contribuye a sentir saciedad.
- 4.Distribuir los alimentos en 4 o 5 comidas para evitar ayunos largos y comer compulsivamente.
- 5.Iniciar con la actividad física paulatinamente para recuperar poco a poco un balance energético y reducir y mantener el peso.
- 6.Evitar las “dietas milagro”. Las que implican separar o no incluir algunos alimentos pueden ser erróneas y hasta perjudiciales.
Controlar tu peso es una cuestión de salud
La obesidad aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedades del corazón, entre otras. Para reducirla, es necesario un tratamiento integral, personalizado y que prevenga “rebotes”. Sin embargo, equilibrar dieta y ejercicio con ayuda de un nutriólogo es una buena opción para empezar.