Es esencial entender cómo el cortisol afecta nuestra salud diaria. Esta hormona nos ayuda a mantener un equilibrio saludable en nuestro metabolismo y a tener un sistema inmunológico fuerte.
¿Qué es el cortisol?
El cortisol es la hormona principal del estrés, también conocida como hormona esteroidea. Está presente en casi todos los tejidos del cuerpo y juega un papel crucial en la regulación de muchas funciones, desde el metabolismo hasta el sueño.
Esta hormona aumenta los niveles de glucosa en la sangre (sí, esos niveles de azúcar que tanto escuchamos mencionar). También mejora el uso de la glucosa en el cerebro y aumenta la disponibilidad de sustancias que nuestro cuerpo usa para reparar tejidos. Además, el cortisol se encarga de reducir funciones que podrían ser perjudiciales en situaciones críticas.
¿Por qué se eleva el cortisol?
Cuando el cuerpo percibe una amenaza, ya sea interna o externa, se desencadena una respuesta hormonal bastante compleja. En esta respuesta, se libera cortisol, lo que ayuda a que nuestro organismo tenga más energía para enfrentar el estrés.
¿Cuáles son los límites normales de cortisol?
Los valores de cortisol varían dependiendo de varios factores como el género, la edad y la historia clínica de cada persona. Para conocer tus niveles, necesitas hacerte una prueba de sangre, saliva u orina, y un profesional de la salud debe revisar.
Los valores normales suelen ser:
- De 6 a 8am: entre 10 y 20 microgramos por decilitro (mcg/dl)
- Alrededor de las 4 p. m: entre 3 y 10 mcg/dl
Valores altos
Tener niveles altos de cortisol puede estar relacionado con varias condiciones. Algunas de ellas son enfermedades en el hígado, depresión, hipertiroidismo u obesidad. También es común que los niveles de cortisol aumenten durante el embarazo o si estás tomando pastillas anticonceptivas. Además, situaciones como haber tenido una cirugía reciente pueden elevar estos niveles.
Valores bajos
Por otro lado, los niveles bajos de cortisol pueden ser causados por problemas o infecciones que afectan a las glándulas suprarrenales.
Síntomas de cortisol elevado
Ante situaciones de estrés, es normal que el cortisol se eleve (¡así es como nuestro cuerpo reacciona correctamente a una situación de alarma!). Pero, aunque esta reacción es necesaria, no es saludable que la hormona se mantenga elevada de forma constante.
Algunos síntomas que pueden aparecer cuando el cortisol está alto son:
- Hipertensión
- Ansiedad
- Depresión
- Irritabilidad
- Cansancio y debilidad muscular
- Enfermedades cardíacas
- Aumento de peso
- Mareos
- Deshidratación
- Entre otros
Uno de los síndromes que puede generar el cortisol elevado es el Síndrome de Cushing. Sus principales síntomas incluyen:
- Presencia de una joroba de grasa entre los hombros
- Cara redondeada
- Estrías de color rosado púrpura en la piel
Los síntomas pueden ser muy variados, así que es importante visitar a un profesional para determinar si lo que realmente padeces está relacionado con esta hormona.
Cómo puedes bajar la hormona de cortisol
El estrés es una parte inevitable de la vida, y aunque no siempre podemos controlar los elementos estresantes, sí podemos tomar medidas para manejar su impacto. Lo importante es identificar qué te genera estrés para poder cuidarte física y emocionalmente cuando enfrentas esos eventos.
Sigue leyendo para conocer cómo bajar el cortisol de forma natural:
- Mantén una alimentación saludable y haz ejercicio regularmente: una buena dieta y la actividad física generan un cambio significativo en tu rutina.
- Descansa: Dormir bien es clave.
- Prueba ejercicios de relajación: el yoga, la respiración profunda, los masajes o la meditación pueden ayudarte a relajarte.
- Distráete con pasatiempos que disfrutes: leer, ver películas o cualquier actividad que te guste puede ayudarte a olvidarte del estrés por un rato.
- Evita las formas poco saludables de manejar el estrés: el consumo de alcohol, tabaco, sustancias o comida en exceso.
No dudes en acercarte a tu médico de confianza para un chequeo médico, especialmente si percibes alguna irregularidad o síntomas de estrés.
Consulta con un especialista.