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Blog | Tipos de pielLo que debes saber sobre la “piel de mariposa

Lo que debes saber sobre la “piel de mariposa


Hay quienes creen que, por su aspecto, esta enfermedad se contagia a través del contacto directo. Por esa razón, es importante hablar sobre sus causas, cómo suele desarrollarse y sus tratamientos.

Actualizado el 06 de octubre de 2023
Lectura estimada 3.5 min

La “piel de mariposa es un trastorno poco común. Incluso, se considera una enfermedad rara y su diagnóstico es visto como un desafío por los médicos. Por si fuera poco, repercute negativamente en la vida de quienes la padecen. Averigua a qué se debe y si puede curarse.

¿Qué es la “piel de mariposa”?

La epidermólisis bullosa o ampollosa, también llamada “piel de mariposa”, es un conjunto de enfermedades de la piel y las mucosas. Se caracteriza por la aparición de ampollas, úlceras y heridas cutáneas después de roces o golpes leves. En algunos casos, estas lesiones pueden herir partes internas del cuerpo.

“Piel de mariposa”: causas

Este trastorno es congénito y hereditario, lo que significa que suele manifestarse en los primeros meses de vida. Es causada por mutaciones en los genes relacionados con la producción de ciertas proteínas esenciales para mantener la piel unida al cuerpo.

Según las proteínas afectadas, se identifican tres tipos de epidermólisis ampollosa:

  • Simple: la afección tiene lugar dentro de la epidermis.
  • De la unión: la alteración se encuentra en una capa más profunda de la piel llamada intralaminar. Puede ser grave/generalizada (Herlitz) o intermedia/localizada (no Herlitz).
  • Distrófica: la alteración se halla en la capa sublaminar densa.

Síntomas de la epidermólisis bullosa

El signo más común de la enfermedad es que la piel se desprende al menor roce y provoca heridas y ampollas. En este sentido, la piel se percibe débil, frágil y vulnerable.

La gravedad de los signos depende del tipo de epidermólisis que tenga el paciente:

Simple

Las ampollas, que tienden a aparecer en las manos y plantas de los pies, pueden sanar con o sin cicatrices. Puede causar problemas respiratorios, urinarios y digestivos. Asimismo, las úlceras bucales y la pérdida de uñas pueden estar presentes cuando se padece esta variante.

De la unión

En la mayoría de las ocasiones, las ampollas y erosiones comienzan desde el nacimiento y dejan cicatrices. En casos graves, éstas producen infecciones o problemas respiratorios que pueden ser mortales para los bebés. Igualmente, pueden provocar desnutrición, retraso en el crecimiento, anemia, dientes con menos esmalte del normal y úlceras bucales.

Distrófica

Las ampollas pueden formarse en la piel y las membranas mucosas, además de que suelen dejar cicatrices. Hay dos formas en que se manifiesta según la transmisión hereditaria:

Dominante

  • Los signos pueden comenzar desde el nacimiento o más tarde.
  • Afecta mucosas y uñas.

Recesiva

  • Es más grave que la dominante, pero menos frecuente.
  • Se manifiesta desde el nacimiento.
  • Los dedos pueden fusionarse después de varios episodios de ampollas.
  • Puede propiciar problemas de crecimiento y nutrición.
  • Es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de piel en la adultez.

¿Cuál es el tratamiento para la “piel de mariposa”?

En realidad, este trastorno no tiene cura. Sin embargo, existen tratamientos destinados a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes:

Para tratar las heridas cutáneas

Los especialistas recomiendan la aplicación de antibióticos tópicos para aliviar las ampollas, úlceras y erosiones. Está demostrado que los apósitos o parches con silicona pueden proteger la piel que rodea a la lesión, al igual que la ya cicatrizada.

Los expertos sugieren limpiar las lesiones con suero fisiológico o agua destilada. Esto puede facilitar la remoción de restos de piel, exudados y residuos de apósitos. Tal proceso debe hacerse con sumo cuidado para impedir que se formen nuevas heridas.

Para proteger del sol

Debido a la sensibilidad, los pacientes necesitan usar bloqueador solar de alta protección para prevenir la pigmentación de su piel. Es importante seguir protegiendo las áreas lesionadas después de la curación.

Para hidratar

La piel deshidratada puede ocasionar lesiones y picor. Por fortuna, distintas sustancias pueden contribuir a la recuperación y el mantenimiento de la piel. Glicerina, propilenglicol, sorbitol, urea, ceras, vitaminas A y E y colágeno son algunas. Éstas pueden hallarse en cremas, geles, emulsiones, aceites y otros dermocosméticos.

Apoyo y conciencia hacen la diferencia

La vida de los pacientes con epidermólisis bullosa se ve impactada por la incomodidad y el dolor. Además, la curación de las heridas implica una rutina extensa y minuciosa.

La enfermedad es compleja, sobre todo porque no hay una cura. Pero es posible hacerle frente con un tratamiento multidisciplinario que contemple atención dermatológica, psicológica y dental, terapia nutricional y rehabilitación.

Por su aspecto, hay personas que creen que la “piel de mariposa” es contagiosa, pero no lo es. Por esa razón, resulta necesario hablar más sobre esta enfermedad que, aunque rara, continúa afectando a mucha gente. Consulta al dermatólogo si quieres saber más del tema.

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