Cada vez es más grande la oferta de productos para la higiene facial. La espuma limpiadora facial es una de las alternativas más interesantes por su peculiar textura. Si no sabes qué es y para qué sirve, esta información podría ayudarte.
¿Qué es una espuma limpiadora facial?
Se trata de un tipo de limpiador facial de consistencia ligera y textura suave. Por lo general, su fórmula consiste en un líquido que contiene gas. Al dispensarlo con el dosificador de su envase, se convierte en espuma.
¿Para qué sirve la espuma limpiadora facial?
Por su textura y composición, ayuda a remover el exceso de grasa, suciedad, maquillaje y hasta toxinas de la piel. Además, está diseñada para penetrar profundamente en los poros. Por eso, los expertos suelen recomendarla a personas con piel grasa o propensa al acné.
Su textura ligera ayuda a que la concentración de sus ingredientes activos sea menor. Gracias a esto, algunos especialistas consideran que puede limpiar sin agredir el cutis en caso de tener piel sensible.
Existen varios tipos de espumas
Debido a que favorecen una higiene suave y profunda, se han desarrollado fórmulas aptas para distintas necesidades. Por ello, los dermatólogos pueden recomendar una opción entre una amplia gama de productos.

La espuma limpiadora facial puede clasificarse de acuerdo con los resultados que ofrece. Algunos de los tipos más comunes son los siguientes:
1. Espumas suaves
A menudo son aptas para todo tipo de piel. Se caracterizan por contar con activos purificantes de origen vegetal o marino que ayudan a eliminar toxinas. Además, promueven la regeneración celular y la formación de colágeno y elastina. Por lo anterior, pueden favorecer la textura suave, hidratada y luminosa del rostro.
2. Espumas matificantes
Se orientan más a las necesidades de la piel mixta y grasa que presente un tono apagado y poros dilatados. Por lo regular, su base astringente, suave y libre de jabón ayuda a cerrar los poros y aporta frescura.
3. Espumas exfoliantes
Contienen ingredientes que ayudan a remover las células muertas e impurezas y renovar e hidratar la piel. Gracias a estos efectos, contribuyen a preparar el rostro para mejorar el rendimiento de los cosméticos aplicados posteriormente.
4. Espuma limpiadora facial para piel seca
Las personas con este tipo de piel generalmente no tienen los mismos problemas que aquellas con cutis graso. En muchos casos, los componentes de las espumas podrían resecar más el rostro.
Sin embargo, podría ser útil una espuma facial enriquecida con agentes hidratantes o que tenga un grado de acidez equilibrado.
¡Elige con la orientación del especialista!
Como ves, la espuma limpiadora facial es una opción para complementar una rutina de limpieza. No obstante, escoger una que no sea adecuada para tu piel podría disminuir tus esfuerzos por cuidar tu rostro. Evita complicaciones y consulta al dermatólogo antes de usar cualquier producto.
